lunes, 16 de febrero de 2009

CARONTE


Uno de los personajes del Hades es Caronte, el barquero. Su trabajo consiste en llevar las almas de un lado a otro de la orilla del río Aqu
eronte (otras versiones lo sitúan en la Laguna Estigia), cuando éstas pudiesen pagarle un óbolo, de aquí la costumbre de enterrar a los muertos con una moneda en la boca o según otras versiones dos monedas en los ojos. Los que no podían pagarle vagaban cien años por las orilla del río hasta que Caronte accedía a llevarlos sin pagar.


Caronte. Gustavo Dore

A Caronte, se le representa como un anciano flacucho vestido con harapos de pelo blanco y con llamas en los ojos , además de un carácter malhumorado (en otras versiones, sin embargo lo representan como un demonio alado o un ser con un rostro cadavérico). El barquero conducía, pero no remaba, sino que eran los pasajeros quienes lo hacían, es decir, las almas que elegía entre el montón que había en la orilla del río, teniendo preferencia los que merecían un entierro adecuado y podían pagar el viaje. Algunos autores lo creen hijo de Érebo y Nix, por lo que es casi un dios pero no explican si tuvo hijos o por qué se dedica a esta tarea.

Caronte no podía dejar pasar a un vivo si no le pagaba como hizo E
neas, el cual le pagó una rama de oro proporcionada por la sibila de Cumas. En una ocasión dejó pasar a Heracles por obligación de éste, ya que le propinó una brutal paliza y no tuvo otro remedio, por lo que fue encarcelado un año. Otros que lograron pasar vivos fueron Orfeo y Psique. Orfeo hechizó con su canto a Cancerbero.

A Caronte se le menciona por primera vez en la Miníada, un poema épico de Pausanias, donde se le atribuye un origen egipcio. Los etruscos también lo mencionan y aparece en representaciones iconográficas etruscas.





Más tarde, Dante incorpora a Caronte en la mitología cristiana en la Divina Comedia.
El barquero del Hades aparece en varios cuadros:

José Benlliure. La barca de Caronte (1919). Valencia, Museo de Bellas Artes

Miguel Ángel. Capilla Sixtina. Detalle del Juicio Final (1536-41)



Spencer Stanhope. Caronte y Psique (1890)

Patinir. El paso de la laguna Estigia (1520-24). Madrid, Museo del Prado


Luca Giordano. La Barca de Caronte.

Juan Guillermo M. de Lara utiliza las acuarelas para crear imágenes como esta de Caronte, en la que representa al barquero del Hades con una túnica verde en una barca hecha con el esqueleto de lo que parece ser un dinosaurio, navegando por un río rojo que podría simbolizar la sangre.


También podemos encontrar referentes de Caronte en la música con dos grupos.


Caronte, grupo sevillano que hace mención al barquero del Hades en una canción titulada, obviamente, Caronte, cuyo letra dice:

[…] Él te llevará de aquí al más allá, llévate monedas porque tienes que pagar, móntate en la barca ayúdale a remar, será la ultima vez que su rostro verás.[…] Es tu viaje final […] Caronte te visita …



También encontramos a Charon (Caronte en inglés), un grupo finlandés que habla del barquero en algunas canciones.

Podemos encontrar también un buscador de ciencia ficción llamado Caronte (http://caronte.quintadimension.com/), una compañía de ferrys italiana (concretamente de Sicilia) cuyo nombre es Caronte & Tourist y como no podía faltar una empresa de servicios funerarios llamada Caronte (sin logo).


Toni Bestard, director y guionista, ha dado el nombre de El Anónimo Caronte a su último trabajo en el que se cuenta la historia de Joan Ferrer, el guardia civil que en el filme de Luis García Berlanga buscaba al verdugo. Bestard ha nombrado así a su cortometraje ya que una de las escenas más recordadas de "El verdugo" es la imagen del verdugo alejándose en una barca escoltado por los guardias, adentrándose en la oscuridad de la cueva, lo que recuerda el mito de Caronte. El moderno barquero, es representado de una forma irónica en la figura de un Guardia Civil, que lleva al verdugo desde la luz hacia la oscuridad (la ejecución de un condenado).


Woody Allen hace referencia a Caronte en la película Scoop, en la que es representado con una túnica negra, encapuchado con una guadaña.

En el espacio encontramos el sátelite más grande de Plutón, llamado Caronte.


E incluso hallamos el mito de Caronte en fotografías de personas aficionadas a las que titulan Caronte ( http://www.flickr.com/search/?q=caronte ).

En Galicia se encuentra esta escultura llamada Caronte, en la que no aparece como un anciano escualido sino curiosamente como una persona obesa.

Para terminar, el autor de poemas Horacio Castillo hace referencia a Caronte sin nombrarlo directamente en el poema, cuyo nombre es: "Para ser recitado en la barca de Caronte".

El paisaje es más hermoso de lo que habíamos imaginado,
estas murallas que caen a pico sobre nosotros,
aquel sol negro descendiendo sobre la laguna.
Allá, a estribor, un arco iris que refracta la niebla.
Pero esta moneda de hierro entre los dientes,
éste óbolo que debemos morder hasta el término del viaje.
Cierra la boca que desea cantar,
cantar para estas almas tristes sentadas en el banco,
mientras el cómitre marca con el látigo el compás,
mientras ordena remar sin interrupción,
cada vez más fuerte, cada vez más rápido, más lejos de la luz.

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